domingo, 9 de enero de 2011

2011 y que hueá

El 2010 lo empecé asquerosamente mal.
Primero, trabajé el 31 de enero, pasé el año nuevo con mi abuelita en la casa (mientras estaban TODOS en Viña), vi una pelicula cual vieja solterona y aburrida, y para más remate estaba amurrada por la frecuente pseudo desilución amorosa que desgraciadamente me rondó todo ese segundo semestre del 2009. Después de todo eso, emociones a flor de piel, llanto, descontrol, dudas y egoismo sentimental por un montón de cosas.
Estuve en una montaña rusa emocional hasta que conocí a mis entrañables amigas del Duoc, me sentí (como pocas veces) en mi salsa, tuve comprensión, alegrías, Lady Gaga, compañerismo, perreos intensos y alcohol en cantidades titánicas.
Pero faltaba algo que llenara ese vacío emocional que estaba un poco más profundo y que estaba bastante desarticulado, confundido y rechazado.
Fue así como en Julio apareció ese personaje tan querido por los cercanos.
Si, mi pololo.
Pocas veces en la vida tuve el "privilegio" de hablar con propiedad de una pareja, netamente porque me relacionaba con especímenes bastante aburridos de corta duración.
A pesar de tener poca fe en una relación con un cabro chico con gustos tan contrarios a los mios (en todo sentido), proveniente de una familia tan cuática y numerosa; contra todo pronóstico, la relacion ha sido bastante buena y larga (primeeera vez en la viiida, primera vez en la viiida), aunque obviamente no se eximía de peleas tontas, celos, pendejadas y cosas por el estilo.
Luego de eso vino la salida Hardcore del Instituto reprobando todo por inasistencia, dejando los largos viajes de 2 horas a San Carlos de Apoquindo y a mis queridas compañeras de sandwichs y viajes. Empezó el Preuniversitario Intensivo y con eso la testosterona.
Sin duda, cada un de los especímenes alfa ocn lso que me relacioné, dejaron algo en mi corazoncito de piedra. Gustavo, mi amante de gustos "refinados" con el que congenié tan bien, El Victor, mi otro amante, El Roro, con nuestras eternas estudiadas que terminaban en comilonas, tallas, dibujos deformes y llamados de la Selva, y El Seba, el loquillo enamorado de mi prima que creo que recordaré por un buen tiempo ya que me puso el sobrenombre mas feo de la vida: Pitágoras.
Bueno, luego vinieron peleas con mi viejo y reconciliaciones deformes. Por primera vez en muchos años tuve una Navidad y un Año Nuevo bastante agradables, por lo que el 2010 lo cerré de buena forma.

Ah, me faltó mi Bonus Track:
*Mi Pandi Poo, mi gatita. Es como mi hija, la primera mascota a la que le he dedicado tiempo y amor incondicional por mas de dos meses. Es mi pequeña responsabilidad, y aunque suene estupido, un pilar fundamental en mi vida. Le puse tanta atención, dentro y fuera de la casa, que muchos recuerdos feos que me atormentaban pasaron de largo. Un 10 para mi pequeña guagua que tantas risas me saca a mi y a las féminas de la casa.
*Y una mención Honrosa para Daniel. Porque fuiste un gran amigo y porque te extraño.


Ese fue mi 2010.
Que tal el de ustedes?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

INSERT

Nasuk dijo...

q bueno q cerraras el ciklo 2010 de una manera agradable.En mi kaso rekonozko q fue un año medio raro,cm q staba bn,pero sentia q me engañaba a mi mismo x sentirme asi xdd
saludos